Introspección
En mi paso por la atención al
público en la Administración me encontré en más de una ocasión con situaciones
en las que se me trató de menos por ser mujer, me había pasado antes, pero curiosamente nunca
se me hicieron tan notorias, ni me sentí tan impotente, como desde esa posición.
En aquellos momentos no respondí,
hay que mantener el temple y calmar al ciudadano que viene enfadado, esa es la
teoría, pero el enfado y los malos modos parece que van a más cuando detrás de
la mesa está una mujer.
El menosprecio y la falta de
educación nunca debe ser tolerada y considero que desde la Administración Pública
se debería hacer más hincapié en formación específica sobre el trato al ciudadano
en la que se contemplen este tipo de situaciones y que se nos faciliten
herramientas sobre cómo actuar.
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